San Roman de Antioquia

Date: 
Jueves, Noviembre 18, 2021

EUSEBIO cuenta el martirio de Román, diácono de la iglesia de Cesárea, en su relato sobre los mártires de Palestina, ya que, si bien sufrió el martirio en Antioquía, era originario de Palestina. Poseemos además un panegírico escrito por San Juan Crisóstomo y un poema de Prudencio sobre el mártir. Cuando estalló la persecución de Diocleciano, Román exhortó a los fieles de la región a permanecer firmes en la fe. Hallándose en Antioquía en el juicio de unos prisioneros cristianos, los exhortó al ver que éstos se disponían a ofrecer sacrificios por miedo a los tormentos. Inmediatamente fue hecho prisionero, azotado y condenado a perecer en la hoguera. Una violenta tempestad apagó las llamas. Entonces el emperador, que se hallaba en la ciudad, ordenó que se arrancase de raíz la lengua al mártir. La orden fue ejecutada, pero Román prosiguió, milagrosamente, exhortando a los presentes a amar y adorar al único y verdadero Dios. El emperador le envió de nuevo a la prisión, donde los verdugos le descoyuntaron las piernas en el potro y le colgaron de una viga del techo. San Román soportó la tortura largo tiempo y murió estrangulado en la prisión. Prudencio (quien pide al mártir que con sus oraciones le alcance la gracia de pasar del rebaño de los cabritos al de las ovejas) menciona a un niño anónimo de siete años, que alentado por San Román, confesó al verdadero Dios y fue azotado y decapitado. El Martirologio Romano le da el nombre de Bárula, pero Eusebio no habla de él.

Alban Butler - Vida de los Santos