Ciudad del Vaticano, 2 diciembre 2013 (VIS).-El Papa Francisco recibió hoy en audiencia a un grupo de prelados de la Conferencia Episcopal de los Países Bajos en visita “ad limina”. El Santo Padre ha centrado sus palabras en cómo acompañar a las personas que sufren el vacío espiritual y están buscando el sentido de la vida. “Escuchándoles, -ha dicho- para compartir con ellos la esperanza, la alegría, la capacidad de seguir hacia delante que Jesucristo nos ofrece”.
“La Iglesia -ha continuado- no sólo propone verdades morales inmutables y actitudes contra corriente en el mundo, sino que las ofrece como la clave para un buen desarrollo humano y social. Los cristianos tienen una misión especial para afrontar este reto. La educación de la conciencia se convierte en una prioridad, especialmente a través de la formación de un juicio crítico, aún teniendo un enfoque positivo sobre las realidades sociales. Se evita de esta manera la superficialidad de los juicios y la resignación de la indiferencia”.
En la sociedad de los Países Bajos, “fuertemente caracterizada por la secularización”, el Papa ha invitado a los prelados a “estar presentes también en el debate público, en todos los ámbitos en los que está en causa el ser humano, para hacer visible la misericordia de Dios y su ternura por cada criatura...Como he afirmado a menudo, la Iglesia se expande no con el proselitismo, sino con la atracción. Está enviada a todos los lugares para despertar y mantener la esperanza. De ahí la importancia de alentar a vuestros fieles a aprovechar las ocasiones de diálogo estando presentes en los lugares en que se decide el futuro; así podrán dar su aportación en los debates sobre las grandes cuestiones sociales relacionadas, por ejemplo, con la familia, el matrimonio, el fin de la vida”.
“En un país rico bajo tantos aspectos, la pobreza afecta a un número creciente de personas. Valorizad la generosidad de los fieles para llevar la luz y la compasión de Cristo a los lugares donde la esperan y, en particular, a las personas más marginadas. Además, la escuela católica, dando a los jóvenes una sólida educación, seguirá favoreciendo su formación humana y espiritual en un espíritu de diálogo y fraternidad con aquellos que no comparten su fe”.
Después de reafirmar la importancia de “avanzar por el camino del ecumenismo” el Santo Padre ha recordado a los obispos que el futuro y la vitalidad de la Iglesia en los Países Bajos depende también de las vocaciones sacerdotales y religiosas, haciendo hincapié en que es “imprescindible” que estén cerca de su presbiterio, escuchándoles y guiándoles si lo necesitan. “No olvidéis -ha añadido- de salir también al encuentro de los que no se acercan; algunos de ellos,desgraciadamente, no han cumplido su compromiso”.
“De forma particular -ha añadido- quiero expresar mi compasión y asegurar mis oraciones a cada una de las personas víctimas de abusos sexuales y a sus familias; os pido que continuéis ayudándolas en su doloroso camino de curación , emprendido con valor”.