2014-02-16 Radio Vaticana
(RV).- En un domingo sereno y soleado en Roma, a mediodía, el Santo Padre ha dirigido desde la ventana de su estudio en el palacio pontificio la oración del Ángelus ante más de cincuenta mil files y peregrinos reunidos en la plaza de san Pedro. En su alocución antes de la oración mariana, Francisco ha comentado el tema del Evangelio de hoy: “la actitud de Jesús con respecto a la Ley judía”. Jesús no quiere anular los mandamientos de Moisés, sino que quiere llevarlos a su plenitud, a su cumplimiento, a su perfección: a una justicia superior, a una observancia más auténtica. Y esta justicia superior, ha dicho el Papa, consiste en amar al prójimo. Una actitud tan fundamental, que Jesús llega a afirmar que nuestra relación con Dios no puede ser sincera si antes no nos pacificamos con nuestro vecino. Por lo tanto, ha explicado el Santo Padre, Jesús llega a la raíz de la Ley, a la intención, al corazón del hombre, donde se originan nuestras acciones buenas o malas. Para obtener un comportamiento bueno y honesto no son suficientes las normas jurídicas, ha dicho el Papa, sino motivaciones profundas, expresión de una sabiduría oculta, la Sabiduría de Dios, que se pueden recibir gracias al Espíritu Santo. (ER-RV)
Palabras del Papa después de la oración mariana:
Saludo con afecto a todos los romanos y los peregrinos presentes, las familias, las parroquias, los jóvenes de tantos países del mundo.
En particular saludo a los numerosos fieles de la República Checa, que han acompañado a sus obispos en la visita ad Limina; y aquellos españoles provenientes de las Diócesis de Orihuela-Alicante, Jerez de la Frontera, Cádiz y Ceuta.
Saludo a los grupos parroquiales de Calenzano, Aversa y Nápoles; aquellos de Santa María Regina Pacis en Ostia y de Sant’ Andrea Avellino en Roma; como también el Movimiento Juvenil Guanelliano, los muchachos del Movimiento Arcobaleno de Módena y la Coral Santo Stefano de Caorle.
Saludo también al grupo de militares italianos.
¡A todos les auguro un buen domingo y un buen almuerzo! ¡Hasta la vista!