Dios vence en la derrota. Nos hará bien mirar el crucifijo esta semana, tomarlo en mano, besar tantas veces las llagas y decirle: ¡gracias Jesús, gracias, lo hiciste por mí! exhorta Francisco Papa

2014-04-16 Radio Vaticana
(RV).- Jesús aparece en la cruz como un derrotado, pero Él carga el mal sobre sí para vencerlo. Es un misterio desconcertante cuyo secreto es que Dios nos ama tanto que nos ha dado a su Hijo, afirmó el Obispo de Roma en la catequesis sobre Semana Santa el miércoles 16 de abril, ante una plaza de San Pedro repleta de peregrinos, en una mañana soleada pero fría y ventosa.

La liturgia nos presenta el relato triste de Judas que pregunta: “cuánto me dan si les entrego a Jesús”. Regatea sobre el precio de Jesús como en el mercado, reflexionó el Sucesor de Pedro. El Hijo de Dios aparece en la cruz como un hombre derrotado -dijo. En Él vemos como en un espejo los sufrimientos de la humanidad. Pero Jesús permite que el mal se ensañe con Él y lo toma sobre sí para vencerlo. Se trata de un misterio desconcertante, pero conocemos el secreto de esta extraordinaria humildad: el amor de Dios por nosotros.

Nosotros esperamos que Dios en su omnipotencia derrote la injusticia, el mal, el pecado y el sufrimiento con una victoria divina triunfante. En cambio, Dios nos muestra una victoria humilde que humanamente parece un fracaso. Cuando todo parece perdido, cuando no queda nada por hacer, es ahí cuando aparece Dios con la potencia de la resurrección, allí donde está deshecha la esperanza humana.

Cuando no encontramos vía de escape no debemos enmascarar nuestro fracaso, sino abrirnos confiados a la esperanza en Dios, como ha hecho Jesús.

Jesuita Guillermo Ortiz