¿Está mal tener imágenes?

Enviado por AASuarezQ en Mié, 2012-03-07 11:27

doña Teófila: ¿Qué le pasa, compadre, que anda tan meditabundo?
don Dudoso: Me entró una duda, comadrita. ¿No hacemos mal los católicos teniendo imágenes religiosas en la iglesia y la casa? ¿Ya vio la Primera Lectura de la Misa de hoy? (saca su misalito y lee): “no te fabricarás ídolos ni imagen alguna de lo que hay arriba en el cielo, o abajo, en la tierra, o en el agua, y debajo de la tierra. No adorarás nada de eso ni le rendirás culto” (Ex 20, 4-5).
doña Teófila: No se confunda, compadre. No hay que leer nomás este pedacito, sino el contexto.
don Dudoso: Y ¿eso qué es?
doña Teófila: Tomar en cuenta lo que viene antes y después. Dios advertía a Su pueblo que no imitara a los paganos que fabricaban ídolos y se postraban a adorarlos, no prohibió todas las imágenes.
don Dudoso: Pero dice: “ni imagen alguna”.
doña Teófila: Sí, pero se refiere a imagen elaborada para ser adorada. Muestra de que no prohibió todas las imágenes es que Él mismo pidió que se elaboraran querubines para el Arca de la Alianza (ver Ex 25,18-20), y cuando serpientes venenosas mordieron a la gente, Dios pidió fabricar una serpiente de bronce para que al verla los mordidos sobrevivieran (ver Num 21,8-9).
don Dudoso: ¿Entonces no está mal que tengamos imágenes?
doña Teófila: No, porque no las tenemos para adorarlas, sino para recordar a quienes representan. De la vista nace el amor, y contemplar, por ejemplo, una imagen de Jesús puede ayudarnos a elevar el alma hacia Él. Los primeros cristianos pintaron imágenes en las catacumbas. Y durante los primeros mil quinientos años de cristianismo, antes de la imprenta, cuando no todos tenían Biblia, fue gracias a las imágenes, murales, vitrales y esculturas de iglesias católicas, que los fieles pudieron conocer escenas de la Biblia.
don Dudoso: Así que ¿no tengo que quitar las imágenes religiosas de mi casa?
doña Teófila: ¡Ni se le ocurra, que a mi comadre le da un infarto! Figúrese, si Dios hubiera prohibido todas las imágenes, no habría pinturas, fotos, televisión, cine, videos, celulares, computadoras, ¡nada!, vamos, ni siquiera las credenciales podrían tener identificación y las monedas y billetes serían lisos, ¡qué lío!, ¿no? Pero no es lo que Dios pidió, así que quédese tranquilo.
don Dudoso: Pues qué bueno, porque me gusta rezar ante mi crucifijo. Gracias, comadrita, me voy, ya se me quitó esa duda.
doña Teófila: ¡Me alegro! ¡Buen domingo!
don Dudoso: ¡Igualmente!