de Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Acapulco

Acapulco, Gro., a 11 de mayo de 2014
Comunicado 15-14

Visita ad límina apostolorum

La visita que los obispos realizamos a Roma es una práctica ordinaria en la Iglesia católica que pretende expresar la fe en el vínculo que hay entre todas las iglesias locales a través del ministerio del Papa. Quiero informar que en este mes de mayo estaré en la ciudad de Roma junto con todos los obispos mexicanos para presentar al Papa un informe sobre la marcha de la Arquidiócesis de Acapulco durante los últimos años. Es una visita que implica diversos gestos relacionados con la Iglesia de Roma, reconocida como “la primera entre pares”, que es heredera de una rica tradición que se remonta a los apóstoles Pedro y Pablo.

Por eso, la visita a las tumbas de los apóstoles mencionados es parte del itinerario de fe que hacemos los obispos en estas ocasiones, lo mismo que la visita a las cuatro basílicas mayores ubicadas en Roma, San Pedro, Santa María la Mayor, San Juan de Letrán y San Pablo extramuros, que son sitios relacionados con los orígenes de la fe y con la Iglesia de Roma.

He elaborado el informe sobre el caminar de la Arquidiócesis de Acapulco que ya he enviado al Papa, incluyendo el contexto social en el que nos toca anunciar el Evangelio y los proyectos más importantes que estamos desarrollando como respuestas pastorales ante situaciones como la violencia y la pobreza extrema. Espero que el Santo Padre confirme con su ministerio a esta Iglesia local que está en búsqueda de caminos de evangelización más acertados en esta región del estado de Guerrero.

Nos encontraremos con el Papa Francisco para que nos fortalezca en la fe y con su dinamismo podamos continuar cumpliendo con nuestra misión evangelizadora. Estas visitas se realizan con regularidad y tienen la función de expresar la comunión de todas las iglesias particulares con la Iglesia Universal presidida por el Papa.

La Arquidiócesis acompaña procesos de diálogo

A solicitud de algunas organizaciones sociales, la Arquidiócesis de Acapulco ha aceptado participar en procesos de diálogo con las autoridades para buscar caminos de solución a problemas que requieren del diálogo para llegar a acuerdos que beneficien a las comunidades en las que están asentadas las organizaciones sociales. Este es el caso del Consejo de ejidos y comunidades opositoras a la Parota (Cecop), la Unión de pueblos y organizaciones del estado de Guerrero (Upoeg) y un grupo la Coordinadora regional de autoridades comunitarias – Policía comunitaria (Crac).

La intervención de la Arquidiócesis en estos casos, se ha definido en dos aspectos muy precisos. El primero se relaciona con la construcción de condiciones para el diálogo entre estas organizaciones y las autoridades, facilitando y atestiguando los diálogos para que lleguen a acuerdos y a la solución de demandas. Y el segundo, tiene que ver con la propuesta que hemos hecho a las organizaciones de conducirse por la vía de la legalidad y por la solución pacífica de los conflictos.

No intervenimos en la vida interna de las organizaciones, que son responsables de sus propias decisiones y acciones. Compartimos, ciertamente, los anhelos de justicia y de paz que estas organizaciones tienen pero no nos responsabilizamos de sus estrategias, mucho menos si se desarrollaran al margen de la ley. La Arquidiócesis de Acapulco pretende construir la paz cuando interviene en estos procesos de diálogo y alienta a todos, comunidades y organizaciones, a mantenerse siempre en la ruta de la legalidad y a la resolución pacífica de los conflictos a través del diálogo.