MENSAJE NAVIDAD 2011

“Paz a todos los que están en Cristo” (1Pe 5,14)

Navidad es la fiesta del ser humano. Navidad es la celebración de la Encarnación de nuestro Señor que nació en Belén de María, quien escuchó estas palabras: «a quien pondrás por nombre Jesús» (Lc 1,31).

Envío este mensaje a cada uno de los hombres y mujeres de nuestra Diócesis. Me dirijo a los mismos hombres y mujeres con sus preocupaciones y problemáticas cotidianas, pero al mismo tiempo a los hombres y mujeres únicos, irrepetibles, dignos, buenos, santos y fieles, amados por el Señor y bendecidos con su Luz.

«A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer» (Jn 1,1-18).
Celebrar Navidad es celebrar el amor de Dios por la humanidad. Celebrar la Navidad es celebrar al hombre y su humanidad en Cristo, perfecto hombre y hombre perfecto; es llegar a ser cristianos, volverse hombres según el ejemplo de Jesucristo, hacerse similares a él; es descubrir al hombre en su humanidad y descubrir la grandeza de su vocación (GS 22); y ésta es nuestra tarea: hacer escuchar, en nuestra vida terrenal, esta palabra única que Dios nos ha dicho personalmente. Es por eso que en esta Navidad, como decíamos en nuestra Asamblea Diocesana de Pastoral, debemos ser más conscientes de que somos protagonistas de la Misión Continental, protagonistas en llevar y testimoniar un mensaje: «El que sigue a Cristo, Hombre perfecto, se perfecciona cada vez más en su propia dignidad de hombre» (GS 41); ya que quien se confía libremente en Cristo en cuanto «perfecto hombre», no pierde su identidad, sino que se vuelve a su vez hombre en el pleno sentido de la palabra.

En esta Navidad encontrémonos con Cristo y experimentemos el milagro de transformar nuestra vida, con un ideal que nos apasione y nos de ganas de vivir; así lo hizo San Pablo: «Ya no vivo yo, es Cristo quién vive en mí» (Gálatas 2,20).

Esta es nuestra certeza en Navidad: El Salvador nos ha nacido, «los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios» (Sal 97).
¡Felicidad y bienaventuranza en esta Navidad!
Un abrazo y mi bendición a ustedes en sus trabajos y en sus familias.

Dado en la Sala de Gobierno Pastoral de la Diócesis de Ciudad Obregón del Sagrado Corazón de Jesús, dieciocho de Noviembre del dos mil once.

+Felipe Padilla Cardona
Obispo de Ciudad Obregón