de Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Acapulco

TIMONEL 12 de Octubre de 2014

Queridos lectores y amigos de Mar Adentro: les saludo con cariño ya de camino a Acapulco, después de haber compartido unos días de ejercicios espirituales con los Sacerdotes Misioneros de Guadalupe en Kenia, he vivido una experiencia intensa y fortalecedora visitando las misiones en Kenia, África y compartiendo con la comunidad de misioneros.

Quiero de manera especial saludar a todas las familias de nuestro Estado y de Acapulco, en especial a aquellas que estén pasando por alguna situación de dolor. A todas las familias mi aprecio, mi cariño y oración.

“LOS DESAFÍOS PASTORALES DE LA FAMILIA EN EL CONTEXTO DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN”.

El pasado 5 de octubre, ha iniciado en Roma el Sínodo de los Obispos sobre la familia y cuyo tema concreto es: “Los Desafíos Pastorales de la Familia en el contexto de la Nueva Evangelización”. Dada la delicadeza por la que pasa la familia y su vital importancia en la Iglesia, el Papa Francisco afirmó a los padres sinodales: “Les pido, por favor, que tengáis estas dos actitudes de hermanos en el Señor: hablar con parresía y escuchar con humildad. Y hacerlo con tanta tranquilidad y paz, porque el Sínodo se desarrolla siempre cum Petro et sub Petro y la presencia del Papa es garantía para todos y custodia de la fe. Queridos hermanos, colaboremos todos para que se afirme con claridad la dinámica de la sinodalidad”.

Ya en el tema quiero pedirles que tomemos en cuenta que “La familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve especialmente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros, y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. El matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno. Pero el aporte indispensable del matrimonio a la sociedad supera el nivel de la emotividad y el de las necesidades circunstanciales de la pareja, como enseñan los Obispos franceses, no procede del sentimiento amoroso, efímero por definición, sino de la profundidad del compromiso asumido por los esposos que aceptan entrar en una unión de vida total” (EG, 66).

En la Arquidiócesis de Acapulco, hemos iniciado un proceso de atención y acompañamiento a las familias, a través de la Pastoral familiar, con el que queremos responder a los grandes desafíos que nos presenta la realidad familiar: La formación en valores de los hijos; la marcada pobreza; la cultura de la muerte; el individualismo, el machismo y la violencia (cf. V Plan Diocesano de Pastoral 2009 - 2017, Arquidiócesis de Acapulco). Y sobre todo, en el contexto de la inseguridad y violencia que estamos padeciendo en Guerrero y en Acapulco ya como programas bien concretos, por medio de la Pastoral Social, las Comunidades Eclesiales de Base y la Pastoral Para la Catequesis, pretendemos que nuestras familias se conviertan en constructoras de paz, “Formando el Corazón de la Persona Humana” y “Construyendo Comunidades Pacíficas y Solidarias”.

Animo a todas las instancias eclesiales, tanto en el nivel diocesano como parroquial, a seguir con alegría en este empeño y que, a la luz del sínodo de los obispos sobre la familia, continuemos buscando con creatividad los medios y las estrategias para estar más cerca de nuestras familias, es especial a las familias víctimas de la violencia y la inseguridad, y de las que se encuentran en situaciones críticas e irregulares.

Pidamos por el sínodo para que impulse fuertemente la evangelización de las familias y a todos nos comprometa en la pastoral familiar