Crear en cada parroquia una comisión que anime e impulse la Paz

Queridos lectores y amigos de Mar Adentro:

Reciban todos, un cordial saludo en Cristo, nuestra Paz. El pasado 14 de octubre realizamos una jornada diocesana por la paz en Guerrero y por las víctimas de la violencia. En especial por los asesinados y desaparecidos de Iguala. Seguimos pidiendo a Dios por todos ellos y sus familias, así como en el empeño de encontrar caminos de reconciliación y de paz para todos.

SACERDOTES RECONCILIADOS, RENOVADOS Y CONSTRUCTORES DE PAZ

La semana del 20 al 24 de octubre, los sacerdotes de la Arquidiócesis de Acapulco, realizaremos nuestra “Semana de Ejercicios Espirituales”. En esta ocasión, la sede de nuestros ejercicios será la Casa de Retiro Villa María Inmaculada, de los Oblatos de María Inmaculada, ubicada en Tepoztlán - Cuernavaca. Los ejercicios de este año, continuaran la línea de reconciliación y renovación interior.

En el marco del proceso en construcción de paz y del Plan de Formación Permanente, los ejercicios espirituales tienen como propósito sensibilizar y dotar de herramientas a los sacerdotes de Acapulco, para que “reconciliados y renovados interiormente”, seamos los principales promotores de la paz y la renovación de nuestras comunidades parroquiales. La propuesta es que trabajemos un proceso de sanación y renovación interior que nos ponga en condiciones para acompañar sobre todo a las personas afectadas por la violencia; ser mediadores en resolución de conflictos; e impulsar la comunión entre los diferentes actores y sectores de la sociedad.

Invito a todos los sacerdotes a que se dispongan a participar y vivir de forma intensa y profunda estos ejercicios espirituales. La vida espiritual del sacerdote ha de ser una prioridad. Es necesaria la reconciliación, la renovación interior de cada uno de nosotros para vivir más intensamente nuestro ministerio y de esta forma podamos seguir abonando al proceso de paz y de atención a víctimas en nuestra diócesis.

EVANGELIZAR ES CONSTRUIR LA PAZ

Este domingo 19 de octubre, celebremos en la Iglesia la Jornada Mundial de la Misiones. La jornada mundial de la misiones nos recuerda cada año que la razón de la Iglesia es la misión. La Iglesia ha nacido y ha de existir para evangelizar. La Iglesia de Acapulco, marcada desde hace más de cincuenta años por el fenómeno de la inseguridad y la violencia, ha ido tomando conciencia poco a poco que evangelizar es construir la paz. Que la construcción de la paz es componente esencial de la evangelización. Que su fidelidad al evangelio está en relación con la construcción de la paz. Y que las periferias son las víctimas.

La Paz, es uno de los dones más preciados que Jesús nos ha dado, las bienaventuranzas constituyen el mandato más sublime del proyecto de Dios para los hombres, en ellas nos llama a trabajar por la Paz, “Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios” (Mt. 5,9), es entonces un asunto de fidelidad Evangélica la tarea de construir la Paz. Jesús el Maestro de la Paz por excelencia, nos llama ahora a emprender acciones concretas en la noble tarea de construir la paz.

Los cristianos en un contexto de inseguridad como el que vivimos en Guerrero y Acapulco, tenemos la tarea de ser constructores de la paz en los lugares donde vivimos y trabajamos esto implica distintas tareas: Vigilar que las conciencias no cedan a la tentación del egoísmo, de la mentira y de la violencia... (cfr. Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna 177). La situación de inseguridad y violencia que vive México exige una respuesta urgente e inaplazable de la misión evangelizadora de la Iglesia. Esta respuesta parte del reconocimiento de las insuficiencias en el cumplimiento de nuestra misión, pues la crisis de inseguridad, el alto índice de corrupción, la apatía de los ciudadanos para construir el bien común y las distintas formas de una violencia, que llega a ser homicida, son diametralmente opuestas a la propuesta de Vida Nueva que nos hace el Señor Jesús (cfr. Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna 186).

No se puede entender una evangelización que no tenga como uno de sus componentes fundamentales el tema de la Paz, es urgente que nuestros procesos pastorales parroquiales asuman con generosidad y responsabilidad el tema de a construcción de la Paz. Necesitamos crear en cada parroquia una comisión que anime e impulse la Paz, haciendo énfasis en la transversalidad del tema, es decir, es un asunto de todos, desde los niños, pasando por los jóvenes y por supuesto los adultos. Igualmente las familias y toda la comunidad parroquial, para lograr esto es importante que las comunidades parroquiales, en vinculación con La Comisión Diocesana de Justicia, Paz y Reconciliación, busque los mejores caminos, con creatividad y empeño. Todos comprometámonos a poner nuestro mejor esfuerzo como evangelizadores en la construcción de la paz.

Con mi oración, cariño y bendición.
En Cristo nuestra paz.

+ Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Acapulco