Herrando a los niños
Me gustan las viñetas porque son intuitivas, humorísticas unas, sarcásticas otras, pero las mal intencionadas las aborrezco porque confunden a los que carecen de juicio crítico. En las redes está circulando la imagen de una sala de partos donde el neonato está en vilo, de cabeza, con todo y cordón umbilical. Uno de los tres médicos, bien cubierto con bata y cubre bocas, sostiene un hierro incandescente con el símbolo del pez, listo para marcar al crío como se graba al ganado. Sobre la repisa aparecen otros hierros: la estrella, la cruz griega, la media luna, el yin-yang...