Comunicación
Pensaba últimamente el aspecto tan importante de comunicarse, el no quedarse aislado, sino convivir y crecer como persona, y en la actualidad hablar de la comunicación es esencial, de hecho es clave en el desarrollo del hombre.

Uno de los puntos importantes que no podemos dejar pasar, mas aquellos que somos llamados cristianos católicos, es el desarrollo que nuestro Padre creador quiere para nosotros, el que estemos bien y que nuestra dignidad de persona este en lo alto, en lo ideal.

Aunque a veces la dignidad que Dios nos ha dado se ve quebrantada por el pecado, por la desobediencia, claramente mostrada en el paraíso, cuando Adán y Eva desobedecieron al Creador, y todo porque se dejaron convencer por aquel que es el mentiroso por excelencia y lo constatamos con la siguiente cita: “El diablo es un mentiroso y padre de toda mentira” (Jn. 8,44); el diablo es el causante de hundimiento del hombre, además el responsable de fracturar el diálogo entre Dios y el hombre.

Nueva comunicación
A pesar de todo lo acontecido en el Paraíso, Dios mismo toma la iniciativa de nuevo, quiere volver a los hombres y como no lo haría, si Él nos ha creado; analizando la historia de la salvación Dios siempre envía mensajeros y personas que hagan sentir al pueblo su presencia, solo que ahora será de una manera distinta, enviando al Ungido, a Aquel que siempre prometía desde la antigua alianza; la manera en que llegó el Ungido fue mediante una mujer, una Virgen llamada María, la cual vivía en una pequeña aldea llamada Nazaret:

“Al sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una joven desposada con un hombre llamado José, de la descendencia de David; el nombre de la Virgen era María Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". (Lc. 1, 26-33)

Nos percatamos desde ese momento de la Anunciación, como Dios no nos abandona, siempre quiere estar en contacto con el hombre y vaya manera de hacerlo, enviando a su Hijo mediante una mujer, a la cual conocemos como la Virgen María.

María por los siglos de los siglos
La Santísima Virgen, no solo en la Anunciación o la Visitación a Santa Isabel, en el Nacimiento de Jesús o en la Crucifixión nos ha acompañado; ella siempre nos va acompañar por los siglos de los siglos, ella siempre nos presentará el mensaje de salvación, siempre no compartirá a su hijo Jesús, nos dará lo que más necesitamos, no comunicará con el “Cielo”.

María se ha comunicado a través de la historia de la salvación, ella se ha comunicado siempre al pueblo, se ha presentado desde el contexto y las necesidades de cada cultura, la presentación de la Virgen es aquello a lo que llamamos Advocación, les presente la definición a continuación:

Advocación
Una advocación mariana es una alusión mística relativa a apariciones, dones o atributos de la Virgen María. La Iglesia Católica reconoce innumerables advocaciones en torno a la figura de la madre de Jesús, a las cuales se rinde culto de diversas maneras.

Las advocaciones marianas se suelen nombrar con las fórmulas “Santa María de”, “Virgen de” o “Nuestra Señora de”. Igualmente, las advocaciones suelen dar lugar en muchos casos a nombres propios femeninos, compuestos del nombre María y su advocación: María del Carmen, María de los Dolores, María de Lourdes, etc. Aunque el nombre sea diferente en cuanto al atributo relativo a la Virgen María siempre se refiere únicamente a esta, así se haga mención de varios nombres en un mismo momento, la instancia es la misma, la Virgen María.

En este caso hablaremos un poco de la Virgen de Fátima, una advocación mariana que se venera en Portugal.

Virgen de Fátima
Fátima, población que pertenece al Distrito de Santarém, región Centro y subregión de Médio Tejo, Portugal, por aquellos que creen que la Bienaventurada Virgen María se apareció a tres niños pastores en Fátima, el día 13 de seis meses consecutivos, comenzando en el 13 de mayo, día consagrado a la Virgen de Fátima (con la excepción del 13 de agosto, mes en que no hubo aparición sino hasta el día 19).

Historia de las apariciones
Un ángel que se identificó como el ángel de la Paz se le apareció primero a los tres pastorcitos de Fátima; ellos fueron preparados por él, antes de las apariciones que iban a ocurrir un año más tarde; podríamos hacer un paralelo con aquel momento de la Anunciación, cuando el ángel se le apareció a María y la preparó para algo sin precedentes, ahora vamos entendiendo como Dios siempre quiere estar en contacto con nosotros.

Los hechos sucedieron entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos, Jacinta y Francisco Marto, de seis y nueve años respectivamente, relatan que sintieron como el reflejo de luz que se aproximaba y vieron a una Señora vestida de blanco surgir de una pequeña encina. Los niños aseguraron que se trataba de la Virgen María, la cual les pidió que regresaran al mismo sitio el 13 de cada mes durante seis meses.

Mensaje de la Virgen al mundo
Entre las recomendaciones, según los testimonios de los niños, la Virgen hizo hincapié en la importancia del rezo del Rosario para la conversión de los pecadores y del mundo entero. La Virgen también habría pedido la construcción de una capilla en el lugar.

Se dice que la Virgen apareció otras cinco veces a lo largo del año 1917. En el tiempo en que sucedieron las apariciones, la Virgen, según testimonio de los videntes, realizó varias profecías y recomendaciones y entregó tres mensajes conocidos como Los tres secretos de Fátima.

El contenido de los mensajes es el siguiente, fueron confiados a la mayor de los pastorcitos “Lucía”:

El primer secreto, según Lucía, mostraba una visión del infierno, mientras que el segundo hablaba de cómo reconvertir el mundo a la Cristiandad. El texto del tercer misterio se mantuvo en secreto por muchos años y sólo fue revelado por el Beato Juan Pablo II el 26 de junio de 2000, precisamente en Fátima.

El mensaje de Fátima es una llamada para seguir viviendo cerca de Dios, un llamado al arrepentimiento, la penitencia, la conversión y la devoción al Inmaculado Corazón de María; se actualiza constantemente el contacto de Dios con los hombres, y María en la Advocación de Fátima nos ayuda en esa encomienda.

Dentro de las peticiones de María en sus apariciones en Portugal, ella pedía la construcción de una capilla, la cual fue germen de lo que hoy es la gran Basílica en Fátima, donde millones de personas van anualmente a pagarle tributo a Nuestra Madre Celestial y a pedir su intercesión ante su Hijo.

María siempre se presentará al mundo, siempre nos rodeará de luz, nos visitará y compartirá su Hijo Jesucristo, el cual es Dios de Dios y Luz de Luz; esto lo constatamos en aquella parte del himno a la Virgen de Fátima: