Hombre Nuevo


P. José Manuel Otaolaurruchi, L.C.
twitter.com/jmotaolaurruchi


La benedicencia

Esta palabra no aparece registrada en el diccionario y sugiero a los miembros de la Real Academia Española que la introduzcan en el vocabulario porque es una necesidad hoy más que nunca en que los chismes, las calumnias, el cotilleo, la curiosidad mal sana y todo lo que tenga que ver con meter la nariz en la vida ajena campea a sus anchas. La benedicencia se puede definir como el hablar bien de los demás. Su contrario, la maledicencia desde luego que existe y se practica olímpicamente.

El precio a pagar

Mohammed, un joven musulmán iraquí, miembro de una importante familia chiíta, conoce al venerable Massoud, cuyo testimonio de vida termina por convertirlo al cristianismo. El deseo de llegar a ser bautizado y de recibir la Sagrada Comunión lo llevan hasta el extremo de arriesgar su vida y la de su familia. El itinerario es intelectual al inicio, pues lo primero que hace es conocer a fondo el libro del Corán y la vida del profeta Mahoma. Le choca la arrogante superioridad del hombre respecto a la mujer, considerada inferior, cuando no, impura.

Eutanasia infantil

Me ha impactado la noticia de que en Bélgica y en Holanda el parlamento ha apoyado la legislación que permitiría a los niños tener derecho a la eutanasia en algunos casos extremos, según informó el periódico belga Der Morgen y traducido por la agencia de noticias Presseurop, de París. Si se legaliza la eutanasia infantil, estos países serían nuevamente los pioneros en la práctica de la muerte asistida.

El bebé universitario

Entre los pasillos, jardines y edificios de una universidad se puede ver de todo, desde las estrafalarias formas de vestir, hasta los más agitados contestatarios, pasando por las parejas de enamorados. En medio de este micro-cosmos de jóvenes hay dos que no pasan desapercibidos. Él estudia ingeniería en tercero y ella comunicación en primero. Se casaron pronto porque se querían demasiado y la cigüeña no tardó en tocar a la puerta. ¡Y claro!, como no tenían quién les ayudara con el bebé, han decidido llevárselo a la universidad. ¡Qué genialidad!

La sombra del tiempo

El único personaje capaz de vivir separado de su sombra ha sido Peter Pan. Cuando lograba capturarla eran tan parecidos como dos gotas de agua. Trató un día de pegársela con jabón, pero no lo consiguió. Exceptuando a Peter, al resto de los mortales nos persigue nuestra sombra. La sombra que proyecta la humanidad es siempre la misma, yo diría que idéntica. Hemos sido formados del mismo barro, sin diferencias. La misma sombra antes, la misma carne ahora, igual cenizas después.

Lumen Fidei

La primera encíclica del Papa Francisco no tardó en aparecer, y me alegra mucho que se complete la trilogía sobre las virtudes cardinales que comenzó el Papa Benedicto XVI. No exagero al decir que los tres textos son una auténtica joya para quien desee tener claridad sobre el contenido de nuestra fe cristiana.

Mandela “el grande”

Nelson Mandela se nos muere, y un gigante de la reconciliación nacional y del auténtico humanismo nos lega una admirable lección de fortaleza moral y de responsabilidad política y social.

Hombre de probada virtud y firmes ideales, del talante de un Juan Pablo II o de Gandhi, no sólo le cambió la vida a Sudáfrica, sino a toda la humanidad.

Logró que sus opositores desistieran de su actitud beligerante y que los oprimidos perdonaran. Consiguió la pacífica convivencia entre blancos y negros, siendo él el primer presidente negro de su nación, de 1994 a 1999.

Divide y vencerás

Desde los tiempos de los romanos hemos heredado una amplia información sobre técnicas para hacer la guerra. Tal parece que disfrutaban conquistando tierras y sometiendo pueblos. Aníbal, cartaginés, fue también brillante y sagaz estratega pues derrotó varias veces a los romanos usando incluso armas impensables como fue el lanzar vasijas de barro con serpientes venenosas en las batallas navales. De entre las muchas técnicas hay una especialmente malvada y que todos conocemos con el lema: “divide y vencerás”.

Felicidades, papá

Las celebraciones del día del padre son necesarias, no tanto desde el punto de vista comercial, sino moral. En el hogar, la figura del padre no es optativa ni puede convertirse en el gran ausente. La armonía y el equilibrio afectivo, humano, espiritual y hasta económico se logra con el padre y la madre. A los hodiernos padres de familia, quiero ofrecerles como regalo este magistral soneto de mi querido Henry Kronfle, que sin duda lo disfrutarán todos, especialmente aquellos cuyo padre ya ha partido de este mundo.

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